Cómo ahorrar en calefacción

La mejora en el aislamiento térmico de los edificios es fundamental para conseguir el anhelado ahorro en la factura energética. En España hay casi 23 millones de viviendas que están consumiendo energía innecesariamente por su deficitario aislamiento térmico, según recoge la Guía práctica del Instituto para la diversificación y ahorro de la energía (IDAE idea.es).

Así se ha puesto de relieve en EFISUR, el Primer Encuentro del Ahorro Energético y la Construcción Sostenible de Sevilla (efisur.es) que han organizado el Colegio Oficial de Aparejadores y Arquitectos Técnicos de Sevilla (COAAT) y ABC.

En el encuentro se ha puesto de relieve que el principal problema radica en las viviendas construidas con anterioridad a la entrada en vigor del Código Técnico de la Edificación en 2006 pues sus espesores son de hasta el 50% menos que los actuales.

Existen dos maneras de aislamiento para edificios, una basada en mejorar la fachada existente y otra en instalar lo que se conoce como fachada ventilada, que consiste en instalar como una segunda fachada sobre la anterior, siendo esta última más costosa y también más eficaz que la anterior, según explica en su especial sobre este encuentro ABC Sevilla

La primera de ellas emplea soluciones constructivas que mejoran la envolvente, fachadas y cubiertas principalmente. Se conoce genéricamente como SATE (sistema de aislamiento térmico exterior) y va desde tratamientos con pinturas, revestimientos de morteros especialmente diseñados que se complementan con capas deaislamiento de EPS o lanas minerales. «Una gran ventaja del sistema es que mantiene la fachada y la estructura del edificio en condiciones termohigrométricas estables y uniformes, mejorando la vida de los materiales de construcción a lo largo del tiempo e impidiendo la degradación causada por las oscilaciones de temperatura», aclara Francisco de Jesús Pareja, vocal de la Junta de Gobierno del Colegio de Aparejadores y AATT de Sevilla, en declaraciones a ABC.

Entre las ventajas de esta fórmula se encuentra la reducción de la factura energética de cada vivienda, ya que la incorporación de sistemas de aislamiento térmico consigue ahorros netos de energía próximos al 30% y se estima que la inversión realizada para su instalación se amortiza de media en los cinco años siguientes. También mejora el confort término de los usuarios y ayuda a la reducción de emisiones de CO2, además de mejorar el comportamiento acústicoy revalorizar el inmueble. Esta rehabilitación, por último, perdura con el tiempo, teniendo una vida útil de más de 20 años.

La otra manera de optimizar el aislamiento térmico es recurriendo a una fachada ventilada. «Es como una segunda piel de la fachada, que crea en su interior unas corrientes de aire que disipan el calor o el frío y no lo trasladan al interior de los edificios», sostiene Francisco de Jesús Pareja.

Este sistema suele resultar costoso, puesto que precisa de unas estructuras, normalmente de aluminio y acero inoxidable, para el revestimiento, pero resulta de gran utilidad y logra unos resultados muy buenos.

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