4 trucos para que la mampara de la ducha esté siempre limpia

La mampara es un elemento clave de tu baño para evitar que toda la estancia se llene de agua y espuma cuando disfrutas de una buena ducha reponedora.

Pero la —deseable— transparencia de su cristal a menudo hace también invisible este elemento a nuestros ojos.

Y, sin embargo, ocupa un lugar central en el espacio de aseo, resultando fundamental que la mantengamos siempre limpia y a punto para evitar tanto una imagen antiestética como un mal funcionamiento que haga que el agua se abra camino hacia el suelo.

Las mamparas de baño suelen tener dos problemas habituales: la acumulación de cal…

… Y la aparición de moho..

Para evitar estos y otros inconvenientes del agua corriente, por lo que tenemos una lista de recomendaciones para que esté siempre limpia.

1. Aclarar la mampara después de cada ducha

La cal tiene una particularidad y es que se desprende y cae por el sumidero cuando usamos agua caliente, pero no cuando está fría.

Por eso tiende a aparecer más en verano y en lugares de la casa donde se lavan ropa o utensilios de cocina, como lavadoras y fregaderos.

En cualquier caso, recomendamos que te hagas con una espátula de goma para secar la mampara de una pasada tras tu ducha diaria, y evitar así que deje restos.

2. Ventilar el baño después de cada uso

El otro gran enemigo de tu mampara, el moho, no es otro que un poco de aire fresco que descongestiona toda la humedad concentrada tras una ducha.

Y la mejor manera de ventilar es abrir la ventana y la puerta para que corra el aire y se seque y disperse cada gota de agua descarriada.

Si además ayudas a este proceso natural secando la mampara con la susodicha espátula de goma, o una pasada de toalla o papel, mejor que mejor.

3. Hacer una limpieza periódica en profundidad

Y esta periodicidad dependerá de dos factores: cuánto caso hayas hecho a los dos apartados anteriores y la dureza del agua en tu lugar de residencia.

A mayor dureza del agua, más cantidad de cal en todas las zonas húmedas del hogar.

Recuerda que agua dura es aquella con una alta composición de minerales, especialmente magnesio y calcio. La cal del agua provoca incrustaciones de carbonatos en lavadoras, calentadores y planchas, obturándolas poco a poco, especialmente en ciertas partes de España por la naturaleza calcárea de sus suelos (especialmente de aquellos más cercanos a la costa levantina, como puedes ver en este mapa):

Así pues, lo mejor para evitar la aparición de esa capa blanquecina que anuncia la llegada de la cal, es limpiar cada dos semanas con una solución lo más natural posible.

Piensa que los limpiadores antical que encuentras en el supermercado tienen un PH muy por debajo del PH neutro, y agredirán a la protección del vidrio y a aquellos elementos brillantes de aluminio o plástico, tanto de la mampara como cerca de ella.

4. Revisa perfiles y burletes en busca de moho

Tanto la perfilería de silicona como las partes móviles rematadas con burletes de plástico son zonas muy deseadas por ese recubrimiento velloso o filamentoso producido por diversos tipos de hongos sobre materia orgánica, que provoca su descomposición; forma una capa de color negro, azul, verde o blanco… y llamamos moho.

De nuevo, piensa eco y acertarás: no uses estropajos duros, y así evitarás rayar y estropear estas superficies delicadas.

Mejor, un poco de agua caliente con vinagre.

Fuente: HomeServe

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