Si hay una planta característica de estas fiestas que acabamos de dejar atrás, además del abeto de Navidad, es la poinsetia o Flor de Pascua. Sus características hojas rojas la hacen la flor perfecta para la decoración de nuestros hogares. Seguro que casi todos acabamos las fiestas con alguna flor de Pascua en casa, yo seguro que sí. Esta semana vamos a hablar de esta bella planta y qué cuidados necesita para sobrevivir.
Origen del nombre
Estamos hablando de una planta de origen mexicano. Su nombre en náhuatl, la lengua indígena con mayor número de hablantes, es Cuetlaxochitl que significa «flor color de fuego». Se cree que el líder Moctezuma la encontró en el sur de México y la llevó a los jardines de su palacio en Tenochtitlán. Con la llegada de los españoles, los monjes franciscanos la utilizaron para adornar los altares y la rebautizaron como flor de Nochebuena, por florecer durante las festividades navideñas.
Sin embargo, su otro nombre procede del primer representante diplomático estadounidense en éxico, Joel Roberts Poinsett. Gran aficionado a la botánica, Poinsett quedó maravillado con la belleza de la flor durante un viaje a Taxco. Compró varios especímenes que envió a su país natal y allí se presentó por primera vez como planta comercial en 1929 durante una exposición en Filadelfia. Como su nombre científico Euphorbia pulcherrima era difícil de recordar, se le empezó a llamar poinsettia en honor al diplomático.
Existen cerca de 300 variedades de la flor pero los colores naturales más comunes son rojo, blanco, marfil, rosa y jaspeado.
Cuidados
La Flor de Pascua es muy delicada y requiere de ciertos cuidados para conservarla durante mucho tiempo. Aunque aguanta temperaturas bajo cero, intenta no poner la poinsettia cerca de corrientes de aire. Es una flor que necesita mantenerse húmeda, pero no encharcada, así que se recomienda regar dos veces si está en el exterior y una vez si se encuentra en el interior.
Como planta de interior, asegúrate de que se encuentra cerca de una buena fuente de luz pero lejos de las fuentes de calor, como radiadores. Su riego debe de ser moderado y siempre dirigido directamente a la maceta, evitando mojar sus brácteas y flores. Si quieres poner un plato debajo para no manchar los muebles, asegúrate de retirar el agua sobrante para que no pudra las raíces. Intenta no regarla con agua directamente de la pila, pues el cloro podría matar la planta, si no tienes la oportunidad de tener agua filtrada, deja reposar el agua para regar unas horas (24 horas sería lo ideal).
Cuando las hojas empiecen a recobrar su color verde, en torno a los meses de febrero o marzo, poda la planta para dejarla de aproximadamente 20 centímetros. En unas semanas tendrá retoños con los que podrás decorar tu hogar a fin de año cuando recobren su color rojo.