Cuando pensamos en la limpieza del hogar, la mayoría de las veces nos centramos en la cocina, el salón y el dormitorio… ¿pero qué ocurre con los electrodomésticos? Uno de los más olvidados es la lavadora, de la que se recomienda realizar una limpieza profunda cada tres meses. Además, puedes llevar a cabo algunos sencillos pasos que alarguen y mejoren la vida de uno de los electrodomésticos imprescindibles en el día a día.
- No llenes la lavadora del todo. Si superas la carga recomendada, no funciona correctamente y tiene más puntos de estropearse y acumular suciedad.
- Utiliza productos adecuados y en la justa medida. Así evitarás dañarla o que se desborde.
- Revisa bien el interior. Tras cada lavado, revisar los dispensadores de jabón, el interior del bombo y la junta de goma, y elimina los restos de fibras o jabón que puedan haber quedado.
- Mantenla seca y ventilada. Además de eliminar los restos del interior, de la junta y del compartimento del jabón, sécalos con un paño y procura dejar siempre la puerta abierta para que se evapore la humedad y no prolifere el moho.
- Desinfección periódica. Si quieres evitar la proliferación de bacterias y otros gérmenes, una vez a la semana puedes hacer un ciclo de lavado sin ropa con una taza de lejía o de vinagre blanco para desinfectarla