La elección de los colores es muy apasionante en la decoración de interiores y evidentemente también en la cocina. El espectro es tan amplio como lo puede ser la imaginación o capacidad creativa.
Una forma muy sencilla es elegir un color o elemento de inspiración y a partir de ahí elegir una gama de colores que estén en concordancia con este primero. Por ejemplo, si el suelo de gres es de color blanco, se partirá de este mismo color para elegir el resto. Para la referencia también se puede tomar otros elementos más simples como el color verde de una planta, el color plateado del horno, o el rojo de una lámpara.
Colores para pintar la cocina
Cualquiera tiene que ser capaz de elegir una combinación de colores que resulte armónica para su vista. Para descubrir el gusto propio hay que fijarse en escaparates, fotografías interesantes, revistas, etc., y ver qué colores usan. También existen otras pautas muy generalizadas que ayudarán a elegir los colores para la cocina.
Por ejemplo, si la cocina es más bien pequeña, sería mejor elegir una gama de blanco para que parezca más espaciosa y combinarla con tonos azulados o pasteles suaves. Una combinación con colores más vivos animarán una cocina con aspecto triste y sombrío, y unos colores más oscuros y tenues dulcificarán una cocina muy soleada.
En caso de elegir colores cálidos con contrastes muy fuertes, por ejemplo combinando rojos, con naranjas y amarillos fuertes, se puede conseguir que la cocina tenga una atmósfera muy viva, en cambio para un ambiente más tranquilo y relajado, es mejor colores más fríos y contrastes muy suaves, por ejemplo una combinación de turquesa con un azul claro, funcionaría para crear un clima de tranquilidad.