Llegar a casa y encontrar que está todo limpio es una de las mejores sensaciones que podemos tener al abrir la puerta, entre otras cosas porque quiere decir que no vamos a tener que hacerlo nosotros. Y si además los suelos se mantienen impecables durante semanas como por arte de magia, podemos centrar nuestras energías en otras dedicaciones más placenteras como disfrutar de un buen vino mientras preparamos la cena. Pues bien, ese paraíso de la limpieza existe y viene de la mano de los aspiradores autónomos, también conocidos como robot aspirador.
Suena como a milagro pero es que la tecnología ha avanzado. Es lo último en limpieza de manos libres, ya que la mayoría recuerdan el plano de toda la casa. Una vez finalizada su tarea, se dirigen a su estación de carga.
Que recuerde la distribución de cada casa es gracias a la tecnología de mapeado inteligente Imprint Smart Mapping, que permite que conozca el plano del suelo dando así un control total para elegir qué habitaciones limpiar y cuándo, de hecho es capaz de recordar hasta 10 plantas o superficies distintas.
Además, muchos permiten la personalizar la limpieza desde una aplicación o dar órdenes a través de los asistentes de voz como Amazon, Alexa o Google Home para limpiar una habitación, varias, toda la casa… “Alexa pide a Roomba que limpie la cocina”.