Un buen olor en casa es fundamental para sentirnos a gusto. Está demostrado que el olfato está íntimamente ligado a esa parte de nuestro cerebro que almacena los recuerdos, por ello los olores nos transportan a través de nuestras memorias. Como sirve para crear ambiente, utiliza los aromas y fragancias para crear un espacio único y exclusivo en tu hogar, que se adapte a quienes vivís en él.
A la hora de incluir los aromas en cada estancia, encontramos varias opciones: velas perfumadas, mikados, aerosoles, difusores eléctricos… La elección dependerá de nuestras necesidades y del tamaño de los espacios. Las velas perfumadas tardan más tiempo en impregnar la estancia, mientras que los difusores tardan cuestión de minutos.
En cuestión de olores, el gusto personal es esencial. Podemos recomendarte uno u otro olor para empezar, pero nuestro consejo es que busques el olor que se adapte a ti y a tu hogar. Para el salón, podemos recomendarte que empieces probando con tres olores. El olor a pino o limón genera una sensación de limpieza y frescura; el jazmín da sensación de confort; y el aroma a colonia de bebé transmite ternura.
En el dormitorio el toque siempre es más personal. Pero recuerda que tienes que conseguir dormir con ese olor, así que no te decantes por aromas demasiado fuertes o pesados, pues podrán acabar dándote dolor de cabeza. Olores como el algodón, jazmín frescas o vainilla pueden ser perfectos para el dormitorio. Eso sí, prueba varios antes de quedarte con uno solo y averigua qué sensaciones te transmite cada uno.
Los baños y la cocina son los espacios de la casa en los que se concentran olores más intensos y difíciles de eliminar, y por ello es muy importante ventilar adecuadamente, y elegir perfumes con aroma fresco. Para estas estancias se recomiendan aromas que contengan neutralizador de malos olores, y esencias cítricas como: limón, lima, pomelo, naranja, mandarina, u otros clásicos como el eucalipto, o pino.