Claves para decorar una habitación infantil

Son muchos los padres que transforman una habitación de la casa en un cuarto de bebé sin tener en cuenta que el niño va a crecer. Se hacen grandes inversiones que solo sirven para los tres primeros años del pequeño y después tienen que volver a cambiar el mobiliario. Ese es uno de los fallos más frecuentes, pero hay más. Estos son los cinco errores a evitar cuando se decora una habitación infantil.

Evitar muebles de un uso limitado

Las cunas y los muebles cambiadores son ideales para los primeros meses del bebé, pero una vez que el niño crezca, no serán útiles y quedarán relegados a la buhardilla. Lo más aconsejable es apostar por muebles que se adapten al crecimiento del niño. En este sentido se encuentra una amplia variedad en el mercado como las cunas convertibles. Se trata de muebles muy versátiles que ofrecen varias soluciones, en primer lugar, se utiliza como una cuna, pero también disponen de cambiador y cajones de almacenaje. Pero cuando el pequeño se va haciendo mayor, la cuna se transforma en cama y los distintos accesorios se separan proporcionando mesillas y hasta un escritorio.

Decoración sobrecargada

En esta etapa, los padres reciben numerosos regalos para el bebé, peluches, juegos, canastillas, etcétera y tienden a colocar todo en la habitación del niño. Es habitual ver estanterías llenas de muñecos y de todo tipo de regalos, muchos de ellos, no adecuados para la edad del niño. Los expertos aconsejan vigilar qué es lo que se pone al alcance del pequeño para evitar disgustos. Otro aspecto de la decoración es la pintura de las paredes. Es aconsejable huir de los colores fuertes y evitar murales que puedan influir en las emociones del niño, es mejor apostar por colores cálidos. Otro detalle importante, es el tipo de pintura utilizada. A los niños les gusta jugar con rotuladores y ceras, y, las paredes sufren sus consecuencias. Lo ideal es decantarse por pinturas lavables para evitar estar pintando la pared cada dos por tres.

Poco espacio para jugar

En las grandes ciudades las habitaciones son cada vez menos espaciosas y para aprovecharlas al máximo conviene colocar los muebles de forma que quede espacio para que el niño juegue. Disponer el mobiliario en forma de L permite una mayor amplitud. El centro de la habitación se queda vacío y es ahí donde se puede poner una bonita alfombra para que el niño juegue. Por el contrario, ubicar la cuna en el centro de la estancia imposibilita crear un espacio de juegos si el dormitorio es pequeño.

Escaso almacenaje

Juguetes, libros, peluches, ropa, los niños tienen multitud de objetos que hay que guardar, por ese motivo siempre hay que buscar espacios de almacenaje que permitan mantener el orden en la habitación. Además, de esta forma, se inculca el hábito del orden desde que son pequeños.

No iluminar lo suficiente la habitación

Un fallo importante es pensar que únicamente con la luz del techo la estancia quedará iluminada. El resultado es una mala iluminación o bien por falta de luz, o porque se ha decidido poner una bombilla demasiado potente. Se aconseja poner otros puntos de luz, lámparas de pie, en la mesilla o en el escritorio, cada una con un tipo de luz. Por ejemplo, la de la mesilla que sea más tenue para incitar al sueño.

Cinco sencillos consejos que harán que la habitación del niño sea el dormitorio perfecto en el que desarrolle sus habilidades y le ayude a tener dulces sueños.

 

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