El ‘boom’ de los chalés

J.A. / ICAL Los chalés viven su época de oro en Castilla y León al convertirse en una opción que gana terreno frente a los pisos, puesto que una de cada cuatro operaciones en la comunidad están ya protagonizadas por viviendas unifamiliares. Este cambio en el mercado inmobiliario se produce como uno de los efectos secundarios de la pandemia del COVID-19, que obligó a imponer en España en la primavera de 2020 un duro confinamiento domiciliario.

La opción del piso retrocede ante el auge de las viviendas independientes, pero sigue siendo la casa mayoritaria en las transacciones inmobiliarias firmadas por los castellanos y leoneses. De hecho, estas operaciones representan un 73,9 por ciento del total, frente al 26,1 por ciento de las casas unifamiliares, lo que convierte a Castilla y León en una de las autonomía con mayor preferencia por los chalés.

Estas viviendas que en su mayoría se promueven en las poblaciones metropolitanas, cercanas a los entornos urbanos, así como en el medio rural, ganan peso en las compraventas en la Comunidad, según reflejan los datos recabados durante el primer trimestre de este año por el Colegio de Registradores de la propiedad, Bienes Muebles y mercantiles de España.

De media en todo el país, las transacciones de viviendas unifamiliares suponen un 20,97 por ciento, frente al 79,03 por ciento del total, excepto los dos trimestres precedentes, en el resto de la serie histórica, iniciada en 2004, el peso de este tipo de cadas siempre había estado por debajo del 20 por ciento. El máximo histórico se alcanzó en el cuarto trimestre de 2020, con un 22,52 por ciento del total.

Las comunidades autónomas con mayor porcentaje de compraventas de viviendas unifamiliares fueron Castilla-La Mancha (37,14 por ciento), Extremadura (28,78 por ciento), Castilla y León (26,1 por ciento) e Islas Baleares (25,13 por ciento). En el lado opuesto, el mayor peso en pisos se registraron en el País Vasco (94,92 por ciento), La Rioja (88,17 por ciento), Principado de Asturias (84,73 por ciento) y la Comunidad de Madrid (82,33 por ciento).

Asimismo, en los últimos 12 meses las comunidades autónomas con un mayor porcentaje de compraventas de casas unifamiliares fueron Castilla-La Mancha (37,24 por ciento), Extremadura (28,61 por ciento), Castilla y León (25,75 por ciento) y la Comunidad Foral de Navarra (23,38 por ciento), mientras que la vivienda colectiva tiene un mayor desarrollo en el País Vasco (94,85 por ciento), La Rioja (86 por ciento), Principado de Asturias (85,29 por ciento) y la Comunidad de Madrid (83,60 por ciento).

Los registradores detectaron un pequeño cambio de tendencia en el primer trimestre del año, que rompe con los crecimientos anteriores, si bien creen que se debe a que la “intensidad en la búsqueda” de esta modalidad de vivienda ha podido producir un “cierto grado de agotamiento” del producto, especialmente en aquellas nuevas, lo que explicaría la corrección del mercado entre enero y marzo.

En todo caso, prevén que se mantengan estas cifras “históricamente elevadas” mientras continúe la preferencia de comprar casas de una mayor superficie interior y exterior, así como una “flexibilidad” en lo que respecta al factor de localización, elementos que destacaron favorecen a los proyectos unifamiliares.

Más grandes

Igualmente, la superficie medida de las viviendas vendidas sigue creciendo, alcanzado nuevos máximos históricos en España, como una consecuencia de la pandemia del COVID. En el primer trimestre, se alcanzaron de media los 102,9 metros cuadrados, un 0,8 por ciento más, lo que supone el máximo de la serie histórica. En Castilla y León, por el contrario, se alcanzan los 109,93 metros cuadrados, pero esto es un 1,5 por ciento menos. La mayor superficie se notificó en Castilla-La Mancha (125,9 metros cuadrados), Extremadura (119,43 metros cuadrados) e Islas Baleares (116,39 metros cuadrados).

De esta forma, los pisos con más de 80 metros cuadrados representan en las compraventas de Castilla y León un 57,9 por ciento, un descenso del 0,32 por ciento; los de entre 60 y 80 metros cuadrados, un 28,23 por ciento, con un 0,96 por ciento menos; los de entre 40 y 60 metros cuadrados, el 12,59 por ciento, lo que supone un 0,74 por ciento más, y los de menos de 40 metros cuadrados, un 1,28 por ciento, con una reducción del 0,1 por ciento.

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