Es el vecino de al lado y lo estás escuchando como si lo tuvieras allí en el salón, sentado a tu lado. Es un mal de muchos, el síndrome de las “paredes de papel“, viviendas con un deficiente aislamiento acústico. Sigue leyendo si quieres saber que soluciones hay para aislar acústicamente una pared medianera y librarte de los molestos ruidos de los vecinos.
Los ruidos pueden ser de muchos tipos: ruido aéreo, por vibración, estructural, de impacto… cada uno tiene una solución aunque en este artículo me voy a centrar en los ruidos aéreos que son aquellos que se trasmiten por el aire, es decir, las voces de los vecinos, de su televisor, de su música, etc.
A la hora de aislar acústicamente una pared hay que distinguir ntre materiales aislantes y materiales absorbentes. Los materiales aislantes son rígidos, compactos, densos y no porosos. No dejan pasar el sonido ni lo absorben, sino que lo rebotan. Es decir, que actúan como un “espejo” ante el ruido.
Entre los materiales aislantes el más conocido es el plomo debido a su alta densidad. En el mercado existen paneles acústicos que incorporan finas láminas de plomo aunque cuentan con el inconveniente de que tienen un precio elevado.
Por otra parte, la lana de vidrio, la lana de roca o las espumas acústicas son materiales absorbentes. ¿Qué significa ésto? Pues que debido a su porosidad y baja densidad, son capaces de absorber el sonido y transformarlo en calor (por eso se utilizan también como aislamiento térmico). De esta forma impiden que el sonido rebote, aunque parte de él lo atraviesa.
Para que lo comprendáis mejor imaginad una esponja, cuando se moja se empapa de agua (la absorbe), pero también gotea agua (deja pasar parte del agua).
Por ello, aislar acústicamente una pared únicamente con materiales absorbentes puede aliviar un poco el problema pero no solucionarlo ya que parte del ruido seguirá pasando. Tradicionalmente lo que se suele hacer es colocar en la pared que se quiere aislar un material absorbente (lana de roca, lana de vidrio,etc) mediante un adhesivo y, posteriormente, complementarlo con un material más denso como el yeso laminado (popularmente conocido como “pladur”). Este sistema tiene el inconveniente de que resta varios centímetAlgunas alternativas al yeso laminado y que pueden resultar muy decorativas, son los paneles de madera.
Una vez tengamos elegido el tipo de material que vayamos a colocar, debemos cuidar de que todo quede bien sellado. Por ejemplo, un punto conflictivo suelen ser las cajas de luz, si no las recolocamos correctamente pueden actuar como puntos de fuga del ruido, filtrándolo a pesar de que el resto de la pared esté perfectamente aislada.
Por último existen empresas especializadas que se dedican a realizar este tipo de trabajos de aislamiento. Como siempre es importante lograr un equilibrio entre profesionalidad y precio, aunque si tenemos un poco de maña podemos recurrir a comprar el material y colocarlo nosotros mismos, en este caso siempre nos saldrá más económico.
Fuente: http://www.bricoydeco.com/